Quienes llegan a vivir una experiencia misionera con nosotros pasan a formar parte de una familia formada por misioneros y familias que desean poner en práctica el Evangelio. Los recién llegados son acogidos como hermanos y se insertan inmediatamente en nuestros ritmos y actividades.
En particular, la Comunidad vive su servicio, alternando sus actividades diarias con momentos de oración personal y litúrgica, compartiendo y escuchando la Palabra de Dios. La celebración diaria es el evento más importante de nuestro día, en el que los voluntarios pueden participar activamente.
Los voluntarios pueden colaborar en las siguientes actividades:
- Visitar a las familias pobres
- Servicio en estructuras y para actividades de promoción humana: Comedores, Policlínica, guarderías
- La vida pastoral tiene importantes citas semanales. Los voluntarios pueden participar a su antojo, acompañando a los misioneros que participan en las distintas actividades. Será una oportunidad para experimentar de primera mano la fe sencilla de la gente, su amor por Dios y su confianza en su Providencia. Podrás tocar la espontaneidad de estas personas y su vivo sentido de la liturgia expresado a través del canto, la danza, la alegría de la fraternidad, el compartir
- Conocimiento de la cultura peruana (encuentros y visitas guiadas en Lima y alrededores)
- Trabajo de clasificación de los materiales llegados de Italia.
Un equipo de misioneros seguirá a los voluntarios, acompañando sus actividades y llevando a cabo reuniones de introducción, de intercambio y de síntesis final de su experiencia. La Comunidad queda a disposición de los diálogos de conocimiento y profundización.