Cada día los misioneros viven espacios de oración personal y comunitaria, celebran la Santa Misa, alaban y adoran a la Santísima Trinidad, presentan a Dios la vida del mundo, los seres queridos, los familiares, los amigos y los benefactores.
Envíe su petición de oración. Será confiado a algún hermano y hermana de nuestra Comunidad que presentarán sus intenciones a Dios en su oración diaria, en la intercesión antes de la Eucaristía y durante la celebración de la Santa Misa.
“La intercesión nos motiva a buscar el bien de los demás; es como la ‘levadura’ en el seno de la Trinidad. Es un entrar en el Padre y descubrir nuevas dimensiones que iluminan situaciones concretas y las cambian”
Papa Francisco, Evangelii Gaudium 281
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