La Comunidad Misionera de Villaregia se compone de tres ramas distintas, unidas por la misma misión:
Rama de los misioneros, formada por consagrados célibes, clérigos o laicos.
Rama de las misioneras, constituida por consagradas vírgenes.
Rama de los esposos misioneros, compuesta por parejas casadas y viudos.
Diversas formas de vivir la llamada misionera
Dentro de la rama de los Misioneros y de la rama de las Misioneras, la llamada se concreta de diversas maneras:
Misioneros y misioneras de vida común, que viven en comunidad y se dedican a tiempo completo a la misión ad gentes, llevando el Evangelio a todo el mundo.
Misioneros y misioneras en el mundo, que viven su consagración en su propio contexto social, trabajando y actuando en la sociedad como signos de comunión y misión.
Otros eligen una vida de oración más intensa como misioneros y misioneras de vida contemplativa. Ofrecen un servicio de intercesión universal y dan testimonio del primado del Señor a través de la oración.
Los esposos misioneros llevan su testimonio partiendo de la experiencia del amor conyugal y familiar, encarnando la misión en la vida diaria familiar y social.
Todos se comprometen a vivir el Evangelio mediante los consejos evangélicos. Asumen vínculos privados de pobreza, obediencia y castidad (celibato o conyugal para los esposos misioneros). Un cuarto vínculo de “comunidad para la misión ad gentes, en abandono a la Providencia” une a todos en la tensión de poner la comunión en primer lugar y expandirla hasta los confines de la tierra.