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Apoyo espiritual

Nuestra acción depende también de tu apoyo. La misión se confía a todos los cristianos, como individuos y como comunidad. ¿Podemos contar contigo?
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Todos los cristianos son corresponsables de la actividad misionera

Hoy, más que nunca, la misión se confía a los laicos, a las familias, a las mujeres, a los jóvenes. Nadie puede decir “no me concierne”.

La cooperación espiritual en la misión se realiza a través de 3 formas diferentes de participación:

  • Oración
  • Sacrificio
  • Testimonio de vida cristiana

Oración

Es el rocío que acompaña el viaje de los misioneros y hace efectivo el anuncio de la Palabra. En sus Cartas, San Pablo pide a menudo a los fieles que recen por él, para que se le permita anunciar el Evangelio con confianza y audacia.

Cada día, como misioneros, nos vemos fortalecidos y sostenidos por las oraciones de tantas personas repartidas por todos los continentes.

¡Cuánta fuerza y cuánto consuelo nos dan estos regalos que nos llegan allí donde trabajamos!

Sacrificio

Todo dolor y dificultad, aceptados y ofrecidos a Dios con amor, son portadores de la Gracia. La preciosidad de esta ofrenda brota del sacrificio de Cristo, que llama a los miembros de su cuerpo místico a asociarse a sus aflicciones, para completarlas en su propia carne. (Col 1:24)

Cuántas veces hemos experimentado en nuestra propia vida el fruto de la ofrenda silenciosa de tantos amigos que, desde el lecho del dolor o en momentos de sufrimiento, han ofrecido amorosamente por nosotros los misioneros, un dolor físico, una situación difícil en la familia, una prueba, una enfermedad.

“Queridos misioneros, la enfermedad sigue dándome náuseas y los dolores se trasladan de una parte a otra de mi cuerpo, la quimioterapia me deja sin fuerzas, sólo salgo al hospital. Uní mi sí al de María pidiéndole fuerzas para seguir adelante con fe. Desde la primera vez que entré en el hospital ofrecí todo por las vocaciones, a cambio recibí mucha serenidad. En esta nueva situación he pedido a Dios y a su Madre que tomen estos sufrimientos míos por el mismo motivo, por vuestra Comunidad. Te abrazo con fuerza.

Giuseppina

El testimonio de la vida cristiana

En los primeros siglos, el cristianismo se extendió principalmente porque los cristianos viajaron o se establecieron en regiones donde Cristo no había sido anunciado. Dieron un valiente testimonio de su fe y fundaron allí las primeras comunidades. Hoy son muchos los ciudadanos de países de misión y miembros de religiones no cristianas que se instalan en nuestras ciudades por motivos de estudio y trabajo, o forzados por las condiciones políticas o económicas de sus lugares de origen. La presencia de estos hermanos y hermanas nos llama a la acogida, al diálogo, al servicio, al compartir, al testimonio y al anuncio directo. Anuncio y testimonio a vivir también en el ámbito de la política, la economía, la cultura, la comunicación, la escuela.

“Queridos misioneros, espero poder ir a visitaros pronto con mi familia para presentaros al recién nacido. En el trabajo hay dificultades porque hay quienes quisieran bloquear mi empleo por el hecho de que soy cristiano y no lo oculto. Intento vivir los valores en los que creo en mi trabajo diario, ser abierto y dialogar con todo el mundo, pero me doy cuenta de que soy una presencia incómoda y corro el riesgo de perder mi trabajo por culpa de algunas personas que astutamente intentan ponerme en evidencia. Llevo la cruz al cuello y algunos colegas me han aconsejado que la esconda para no tener problemas. Me negué. ¿Puedo tal vez canjear mi fe por un trabajo? El Señor proveerá, le pido que esté cerca de mí y que continúe mi lucha. También ofrezco esto para ti.”

Giorgio

Deseo apoyar espiritualmente a los misioneros y la acción misionera en el mundo