Nuestra misión nace del deseo de vivir en comunión, reflejando el amor de la Santísima Trinidad. Nos entregamos enteramente a la misión ad gentes, ofreciendo nuestra vida para que cada persona pueda experimentar el amor de Dios y construir juntos un mundo más fraterno y solidario.
Confiamos plenamente en la Providencia divina, dejando que Dios nos guíe en cada paso, y hacemos de la comunidad el lugar donde aprendemos a amar, servir y crecer en santidad.
Nuestra acción misionera
Allí donde estamos presentes, nuestros centros misioneros son espacios de acogida y transformación. Acompañamos a quienes buscan un camino de formación humana y cristiana, ofreciendo momentos de encuentro con la Palabra de Dios, experiencias de oración profunda y oportunidades para vivir la fe de manera concreta en la evangelización y el servicio misionero.
Nuestra labor toma muchas formas:
Evangelización y misión: asumimos parroquias y proyectos pastorales, organizamos jornadas y semanas de animación misionera, promovemos el anuncio del Evangelio en comunidades y en los ambientes más diversos.
Formación cristiana: acompañamos a niños, jóvenes, adultos y parejas en su crecimiento en la fe, a través de la formación, encuentros de oración y momentos de reflexión sobre la vida cristiana.
Compromiso con los más necesitados: promovemos la solidaridad y el desarrollo humano integral, respondiendo a las necesidades materiales y espirituales de las comunidades más vulnerables.
Espíritu de familia y comunidad: creamos espacios donde cada persona es acogida y puede experimentar el amor de Dios a través de relaciones fraternas y auténticas.
La misión es un llamado universal y queremos vivirla junto a quienes sienten en su corazón el deseo de transformar el mundo con el Evangelio.
Descubre nuestro compromiso y servicio en América Latina de habla hispana.
¡Sé parte de esta misión!