Estas son las 7 comunidades presentes actualmente en Italia que realizan un servicio misionero y de evangelización en diferentes ciudades.
Fundada en 1981, la sede de Villaregia es también la Casa Madre de la Comunidad. Allí, de hecho, fue recibida oficialmente por la Iglesia, en la diócesis de Chioggia, por el obispo Sennen Corrà. Así comenzó la aventura del primer grupo de jóvenes que querían vivir una vida de comunión y misión, encomendándose confiadamente a las manos de un Padre Providente. La Comunidad es destino de varios grupos parroquiales que desean vivir jornadas de espiritualidad y servicio. En Villaregia se realizan encuentros formativos mensuales para niños, adolescentes, jóvenes, parejas y fines de semana de espiritualidad para jóvenes, parejas y adultos. La casa madre es también un lugar de trabajo voluntario, donde muchos amigos donan tiempo y fuerzas para la misión.
La Comunidad de Quartu Sant’Elena nació en 1981, acogida en la Diócesis de Cagliari. Nuestra sede son el destino de diversos grupos parroquiales que desean vivir jornadas de espiritualidad y servicio. Además, son muchos los jóvenes que asisten a los cursos de preparación a los sacramentos que ofrecen los misioneros. En Quartu Sant’Elena se realizan encuentros mensuales de formación para jóvenes, matrimonios y adultos, y fines de semana de espiritualidad para jóvenes, matrimonios y adultos. La Comunidad es también un lugar de voluntariado, donde muchos amigos donan tiempo y fuerzas para apoyar la pobreza local.
El 15 de mayo de 1989 nació la Comunidad de Nola. En esta sede se proponen actividades de animación misionera y formación cristiana para personas y parroquias; cursos de educación global para escuelas de todos los niveles, en colaboración con la ONG Comunidad Misionera de Villaregia para el Desarrollo (Comivis por sus siglas en italiano). Nuestra casa es un lugar de voluntariado, donde muchos amigos dedican tiempo y fuerzas a una misión.
Estamos presentes en Friuli desde 1991, recibidos por Su Excelencia Mons. Sennen Corrà, obispo de Concordia-Pordenone. Pasamos los primeros siete años en el Santuario "Madonna della Strada" en Fanna. Desde septiembre de 1998, la providencia divina nos ofreció la oportunidad de mudarnos a Pordenone.
En nuestros muchos años de presencia, hemos realizado un servicio precioso para la misión: la formación de muchas personas; el acompañamiento de jóvenes, parejas y adultos; el servicio de animación en las parroquias y encuentro en las escuelas. Experimentamos la fidelidad del amor del Padre Providente, a través de muchos pequeños y grandes gestos de generosidad de amigos de la misión, voluntarios y bienhechores. Luego de un camino constructivo de compartir con los miembros de la Comunidad, desde principios de 2020 estamos experimentando una nueva forma de presencia en el territorio, a través de un liderazgo renovado de nuestros miembros asociados (voluntarios y amigos de la misión).
Llegamos a Roma para dar vida a una nueva comunidad el 16 de agosto de 1996. Nos sentimos enriquecidos por la experiencia de fe que ofrece Roma: la presencia del Papa y la memoria de los mártires que dieron su vida en esta ciudad para testimoniar su fe, hacen de Roma el corazón de la Iglesia y del cristianismo. La colaboración con las diferentes parroquias y con los sacerdotes ha permitido, en los últimos años, el desarrollo de actividades de animación comunitaria y misionera en la Diócesis de Roma y distritos cercanos, que llevamos a cabo gracias a los numerosos laicos que nos apoyan en las actividades de evangelización y acción social.
El primer grupo de misioneros de la Comunidad llegó a Lonato del Garda en 1999. Son muchas las actividades que ofrecemos en nuestra casa y en colaboración con las parroquias de la región: cursos de animación misionera; fin de semana de espiritualidad (Caná, Emaús, Jeshuá, Vida Nueva); retiros y cursos de preparación sacramental.
Inaugurada el 11 de septiembre de 2018, nuestra casa es un punto de referencia para grupos de jóvenes, adultos y niños comprometidos en un camino de formación misionera. En julio de 2018, la Diócesis de Bolonia nos encargó convertirla en una "comunidad de misericordia": una casa donde los misioneros y las familias compartan su vida con los migrantes acogidos y se pongan al servicio de la pobreza local, en colaboración con Caritas Diocesana. La Casa está siempre abierta a quienes deseen participar en actividades de voluntariado y momentos de oración.
